Usuário convidado
17 de dezembro de 2024
Nuestra experiencia con este hotel fue decepcionante desde antes de llegar, lo que nos llevó a cancelar nuestra reserva. Al consultar por correo detalles sobre los masajes y reservas, recibí respuestas con un tono agresivo, condescendiente y sorprendentemente grosero, llegando a ser insultante. Nos dejó en shock recibir semejante trato en un establecimiento de esta categoría. Afortunadamente, nunca hablamos por teléfono y toda la comunicación quedó por escrito, por lo que al reenviar la conversación a recepción, pudieron comprobar que, mientras me dirigí con total cordialidad, las respuestas fueron irrespetuosas y desmedidas. Esto nos llevó a revisar opiniones de otros viajeros para comprobar si se trataba de un hecho aislado, pero vimos que no era así. Encontramos numerosas quejas respaldadas con fotos sobre problemas inadmisibles de limpieza y mantenimiento, un desayuno mediocre y una actitud poco profesional por parte del personal (esto último sí pudimos comprobarlo personalmente). Si a eso le sumamos los recargos por servicios básicos, como 3 euros por unas sandalias del spa —un artículo que hasta en hoteles de 4 estrellas se ofrece de cortesía—, queda claro que este hotel está muy lejos de ofrecer la experiencia de lujo que promete. El precio inicial, unos 175 euros solo alojamiento, parecía muy barato para un 5 estrellas GL. Sin embargo, al añadir los costes adicionales (24 euros por el parking, 20 euros por persona para el desayuno y casi 64 euros por pareja para acceder al spa —más 3 euros por persona por las chanclas desechables, me río por no llorar—), la estancia supera fácilmente los 300 euros por noche. Si cobras 70 euros por acceder 55 minutos (!!!) a un spa, sin masajes, solo por disfrutar de un par de piscinas con chorros (algo que nunca he visto en un hotel de esta categoría), lo mínimo es garantizar instalaciones impecables y un servicio a la altura. Sin embargo, las reseñas mencionan piscinas sucias y, en mi caso, sufrimos un trato que fue absolutamente inadmisible. La responsable del hotel tuvo el gesto de disculparse y reconocer que la actitud de su compañero fue inaceptable, algo que agradezco. No obstante, fui sincera: dejaría mi experiencia reflejada en línea para que otros viajeros estén informados. Quizás así la dirección decida tomar medidas y mejorar. En definitiva, cancelamos nuestra reserva por el trato insultante y grosero del personal del spa, algo inadmisible en cualquier establecimiento, sea cual sea su categoría. Revisar las opiniones nos confirmó que no se trataba de un caso aislado. No íbamos a arriesgarnos a pagar 40 euros por un desayuno mediocre, acceder a un spa con carencias evidentes ni pagar casi el triple por el servicio valet parking del hotel cuando existe un parking público cubierto a 4 minutos a pie, y el trato del personal no parece estar a la altura que justifique el precio. Además, según las opiniones en internet, el restaurante del hotel resulta poco atractivo, especialmente en una zona c
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