Hostal Mónaco

Tiene una buena situación porque está muy céntrico, a pocos minutos de la catedral, por ejemplo, pero hay que buscar aparcamiento un poco lejos o meter el coche en un parking. La atención es buena. Quizá la habitación es un poco pequeña pero vale para pasar un par de días en la ciudad. El baño, por ejemplo, es nuevo. El hostal está ubicado en un primer piso con ascensor. Recomendable.

Παρα πολύ καλή επιλογή σε σχέση τιμής και ποιότητας. Θετικά Χαμηλή τιμή Καθαριότητα Ωραίο δωμάτιο Δωμάτιο προσβάσιμο σε άτομα με ειδικές ανάγκες Δέκα λεπτά με τα πόδια από το κέντρο Δίπλα σε σούπερ μάρκετ Αρνητικά - Στο μπάνιο εάν πέσουν νερά δεν υπάρχει τρόπος να τα μαζέψεις - Η κατα λάθος είσοδος στο δωμάτιο ενός ατόμου από το προσωπικό - το προσωπικό δεν μιλάει αγγλικά Παράθυρα σε ακάλυπτο Σίγουρα θα το επέλεγα ξανά για μια διαμονή στην πόλη

La habitación y el baño muy limpio,la cama muy cómoda y muy agradable la dueña ,cerca del centro pero a pesar de ello es un sitio muy tranquilo . Sin dudarlo repetiría . Relación calidad precio de 10.

Junto al centro, limpio, nuevo y barato, opción ideal para un fin de semana. El servicio es muy atento dispone de maquina de café y agua en recepción, a un paso de la catedral, taxi enfrente, para una escapada es perfecto.

Me quedé en la habitación 109 y aunque todo esté renovado y parezca muy limpio, tuve una muy desagradable sorpresa. Me desperté con picaduras en los brazos y en el cuello y, mirando la cama y las sábanas, encontré chinches. Cuando hice el check out, lo comuniqué a la dueña y me dijo, muy ofendida, que eso era IMPOSIBLE, que todo allí era muy limpio y que cambiaban los colchones periódicamente. Le dije que estaba muy sorprendida porque así me parecía, que todo estaba bien, pero que las había visto y estaba llena de picaduras. Le enseñé mis brazos, mi cuello e incluso una foto con una de las chinches en la cama y decía que no, que no, que no, que podrían ser arañas, mosquitos u otros bichos (como si a caso eso fuera aceptable) o que era una mancha... Lo más desagradable (además de las picaduras y del asco que sentía) es que no me creía, incluso le pedí que me acompañara hasta la habitación para enseñarle que había en la sábana un rastro de sangre porque había aplastado a una. Hice fotos y tengo los brazos y cuello llenos de picaduras, si eso no fue suficiente para que me creyera no sé qué debía haber hecho. Ojalá otros huéspedes no pasen por esa experiencia.