Usuário convidado
8 de julho de 2024
La forma de actuar chulesca y prepotente del director de este hotel, Antonio, nos ha resultado patética y penosa. Tras intentar, la persona de recepción, darnos una solución a un simple cambio de habitaciones, contacta con el director del hotel para ver si puede ser posible. Habitación 402, por cierto, tiene ventanas ( velux) en el tejado, el cual está lleno de gaviotas con su insufrible graznido que no te dejan dormir. La respuesta del director fue que si nos gustaba esa habitación que nos fuésemos al Parador de Ribadeo. Sus malas formas, malos modales, un tono de voz intolerable, que ponían de manifiesto una profesionalidad nula, nos dejó de piedra. CONCLUSIÓN: Director, Antonio, no sea tan prepotente con sus clientas. Ninguna clienta que pase por ese hotel se merece pasar el mal rato que esta persona nos hizo pasar. A 200 metros, Casa Arango, son apartamentos espectaculares, mismo precio, y os evitaréis pasar el mal rato que pasamos nosotras. Nosotras no pudimos reservar porque estaban completos.
Traduzir