Leticia J
15 de outubro de 2024
Experiencia nefasta en Residence Mar Mediterráneo: el peor trato que hemos recibido jamás. Nunca habíamos tenido una experiencia tan desagradable como la que sufrimos en este lugar. La dueña, Antonia, que además hace de recepcionista, nos arruinó completamente la estancia desde el primer momento. A nuestra llegada, nos recibió a gritos por no haber llegado a la hora exacta que habíamos indicado, un comportamiento completamente fuera de lugar e inaceptable. Durante todo el fin de semana, su actitud fue insultante, grosera y llena de desprecio, desafiándonos constantemente. Parecía más obsesionada con ser el centro de atención que en ofrecer un servicio mínimamente decente. El “training” sobre el apartamento, fue una excusa para imponer su presencia, fue interminable y absolutamente innecesario. Tardó más de una hora en entregarnos las llaves, todo mientras seguía chilládonos y tratándonos como si fuéramos niñas pequeñas, exigiendo silencio a gritos y con una mirada desafiante y desequilibrada. Su falta de profesionalidad fue extrema. Nos duplicó la fianza de forma arbitraria al principio, para luego retractarse y arrepentirse, reduciéndola a la mitad, causando aún más desconfianza y confusión. La sensación de estar controlados y observados todo el tiempo fue opresiva, creando un ambiente insoportable de tensión y negatividad. Estuvimos alojadas en el apartamento que hay encima de la recepción y nos pasamos las mañanas oyéndola gritar a todo el mundo. Nunca habíamos conocido a una persona tan desequilibrada gestionando un alojamiento. Si valoran su paz mental y desean una experiencia mínimamente agradable, aléjense de este lugar a toda costa. Esta persona no debería estar en contacto con huéspedes bajo ningún concepto. Absolutamente vergonzoso e inadmisible.
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