Hotel Casa Del Embajador

What a charming place situated very conveniently in the centre of Playa Blanca. So peaceful with wonderful views over the sea. Only 12 rooms with plenty of space in the public areas. House keeping impeccable and rooms a good size all with sea views. Breakfast buffet nicely served in a calming court yard. Staff fantastic. Hope to return.

Having visited Playa Blanca for many years we always wanted to see what was behind the Green Door along the prom. Well - we did - and should have done years ago. This little hotel is simply superb - so very well maintained and clean - service impeccable We felt that we were staying in someone's luxury villa with servants WE WILL BE BACK!

We loved everything about the hotel

Eine ruhige kleine Anlage mit einer Liegeterrasse und einer kleinen Poolanlage. Es ist kleines Hotel Rural mit 8 Zimmern und 2 Suiten. Zentral in Playa Blanca gelegen, oberhalb der Uferpromenade, alle Zimmer haben Blick aufs Meer. Eine absolute Traumlage, Es gibt einen Salon und eine Küche. Die Zimmer haben Meerblick, Ventilator, Kaffee- und Teemaschine, es gibt jeden Tag sauber und frische Handtücher. Das Frühstück ist reichlich, jeden Tag gibt es frisch gepressten Orangensaft, 3-4 verschiedene Wurst- und Käsesorten, Spiegeleier und Speck, Rühreier, frische Früchte und vieles mehr. Eine Treppe führt an die Aussentür zur Fussgängerpromenade am Meer. Sehr freundliche Angestellte, die Zimmerreinigung ist top. Alles läuft ruhig ab. Wir kommen gerne wieder.

¿Qué trabajo cuesta, o bien, cuál es la miseria humana que mueve a los gerentes de este hotel carísimo, a poner todos los días, de forma invariable y durante al menos 8 días , el mismo miserable desayuno? Y digo bien cuando digo miserable, porque estoy utilizando su acepción de la RAE en que habla de alguien miserable como “Extremadamente tacaño”. Yo me cansé al tercer día y me fui a tomar mi desayuno a un lugar con personas amables atendiendo, dónde te ponían un vaso de zumo de la fruta que eligieras de medio litro, una tostada en condiciones, no carbonizada como la del H del Embajador y el café que quisieras, no la cápsula indecente de nespresso que la camarera elegía. La llegada al hotel fue de película de terror, una tal Mónica que por mail me había amenazado con no recibirme si no le decía la hora exacta en que llegaría al hotel ( no alcanzo a imaginar la razón que impele a alguien a amenazar a un cliente ), luego esta persona a la que no volví a ver se dedicó a echar unas carrerillas yendo 10 metros por delante , enseñándonos supuestamente el hotel: “y aquí un autoservicio de copas” , dijo, corriendo ella y nosotros: ah , cómo es esto ? Que después de pagar la barbaridad que cuesta el hotel, tengo yo que servirme y pagar la copa del día de fin de Año??? Alguien tenía que decir la verdad, las críticas a una gestión son para mejorar. Esperemos que así sea. El resto es tal como las anteriores reseñas dicen.