Usuário convidado
7 de agosto de 2023
Es un lugar con encanto por su historia, decoración muy recargada, las habitaciones son muy austeras y muy antiguas. La cama no es muy cómoda, el aire funcionaba centralizado y no se podía poner a tu gusto. En el baño nos dejaron un bote de body milk casi terminado, un buen despiste de quien lo repone, lo comentamos y nos pidieron disculpas, no fueron a subsanar, hasta nuestr salida ahí se quedó el botecito. Vasos para beber de plástico, ameties ni uno! Llamamos para contratar un masaje y no fue posible, es un extra que promocionan y no tienen ese servicio. Las mesas ee la terraza se llenan rápidamente, las libre es porque están reservadas para la cena. Muy amablemente nos ubicación en un jardín en una mesa de eventos de bodas, sin limpiar (la limpie yo). El bufet libre de desayuno muy básico. No es un hotel de 4* Rosana la recepcionista súper amable e intentado subsanar los inconvenientes. La Calidad/precio no va acorde.
Traduzir