carlotap777
20 de novembro de 2024
Falta de empatía, flexibilidad y trato rígido. Únicamente les importa hacer dinero a costa de cualquier cosa. Después de un malentendido con mi reserva, el hotel se mostró completamente inflexible, a pesar de que la situación podría haberse resuelto con algo de comprensión y flexibilidad. Lo más sorprendente fue la falta de comunicación proactiva por su parte. No recibí ni un simple intento de contacto para confirmar si me presentaría, lo cual podría haber evitado esta situación. Lamentablemente, la respuesta del subdirector, Xavier Caballero, fue totalmente desconsiderada y careció de cualquier muestra de empatía. En lugar de tratar de entender ambas posiciones y buscar una solución razonable, se limitó a culpar al cliente sin mostrar ningún interés en encontrar una alternativa.En mi opinión, este tipo de actitud refleja una grave falta de tacto y profesionalismo, características esenciales en un sector como el hotelero. Es una pena que, en lugar de valorar a los clientes y su lealtad, se priorice exclusivamente el aspecto económico sin consideración alguna. La falta de flexibilidad y empatía en una situación tan sencilla ha dejado mucho que desear. Espero que, al menos, esta experiencia les sirva para reflexionar y mejorar en el trato hacia los huéspedes.
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