Usuário convidado
14 de julho de 2024
Si queréis descansar huid de este hotel, no os dejéis deslumbrar por la escalera o su entrada, porque ahí termina todo. Las habitaciones que miran a la carretera, como fue la nuestra, tienen la terraza de la cafetería debajo de tu ventana funcionando con música y clientes ataviados hasta con anorak (dispuestos a alargar la noche) y sin horario establecido para acabar (según la recepcionista del hotel “es verano”) pedimos que nos cambiara de habitación (tras varias bajadas a quejarnos del ruido) y nos explicó que el resto de habitaciones eran peores ya que las que en las laterales, el ruido de la carretera aún es mayor y en las que miran al pueblo, seríamos molestados por la gente que regresa de la discoteca. Al ruido de la terraza y la carretera hay que añadir las cañerías del hotel. Para finalizar mi reseña quiero compartir un consejo que nos dio la recepcionista: la próxima vez, mire usted dónde está situado el hotel antes de reservar.
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