Usuário convidado
3 de janeiro de 2022
Desde el primer momento en que llegué a Villa Luna me sentí como en casa. La atención y el trato personal va mucho más allá de hacer un buen trabajo. Están pendientes de cada detalle, de que te sientas cómodo y que puedas descubrir esta preciosa zona de República Dominicana. Me llevo una nueva familia dominco-italo-venezolana, a la que nunca podré agradecer lo suficiente que me incluyeran entre otras muchas cosas en sus planes de Nochevieja. GRACIAS por una semana inolvidable. Las habitaciones son muy amplias, limpias y bonitas, y el resto de comodidades de la casa son perfectas para relajarse, charlar y pasar un rato entre amigos. La playa está a 5 minutos andando. Domenicus, es una playa larguísima y preciosa (justo lo que esperas cuando piensas en una playa caribeña) en la que encontrarás espacios de playa pública y playas de los hoteles por las que puedes pasear. El pueblo es muy seguro y tiene bastantes tiendas y restaurantes, pero sin el agobio, inseguridad y ajetreo de una gran ciudad. Ellos mismos organizan excursiones (vivirelcaribe.com) que están muy bien gestionadas, seguras y a buenos precios. Se nota que saben lo que hacen y que quieren que sus clientes solo se preocupen de disfrutar. Además no dudes en pedirles consejo o aclarar tus dudas sobre cualquier actividad que quieras hacer. Son los que mejor te van a indicar. El desayuno es variado y muy completo: fruta fresca y opciones de salado y dulce. Y por las noches tienes opción de cenar cocina venezolana (Manuel amo tus arepas) o de comprar cena fuera y utilizar las mesas a la orilla de la piscina. Sin dudarlo, si quieres disfrutar del caribe fuera de los macro resorts y descubrir la cultura dominicana y a su gente, esta es la mejor opción. Sin duda repetiré (y espero que sea pronto).
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