Usuário convidado
31 de janeiro de 2023
Coqueto hotel rural con detalles muy positivos, atención exquisita, cuidadas instalaciones, un agradable restaurante (con carta y menú degustación) y algunos aspectos a mejorar. Nos alojamos en la Suite Torre y nos encantó. Está dividida en dos plantas: en la parte de abajo se encuentra el baño con ducha y el lavabo, lo más cutre de la habitación, un armario ropero, la cama muy cómoda y un bonito espejo; en la parte de arriba hay un agradable sofá y una bañera exenta. Las vistas desde aquí de la sierra son increíbles. Muy buena insonorización de la habitación y muy buena climatización. Como aspecto a mejorar más notable el baño. Rompe completamente con el buen gusto de la habitación y parece más una cabina de avión o un baño portátil. Además, el lavabo es mínimo, por lo que resulta poco funcional e incómodo. El desayuno nos encantó. Muy rico, amplio y bien atendido. Las zonas comunes del hotel incluyen una piscina exterior repleta de tumbonas y un Spa, que estaba cerrado por ser verano. El aparcamiento exterior es gratuito y el wifi funciona bien. Cuenta con diferentes salas repletas de obras de arte y catálogos de la misma temática. Volveremos para disfrutar de su spa y probar otros platos de la carta.
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