Hotel Valle del Oja

On our return trip to Portugal, we had an overnight stay at the “Hotel Vale de Oja” which is in Haro Spain. This is a B&B, where we were very kindly received by the owner in person, we got a room on the ground floor. The room was sober, but very neat, a private bathroom with a nice view from both the bathroom and the room itself. Everything else in order, we had a very quiet night in a good bed, followed by a nice breakfast, better than we are used to according to Spanish standards. For us this was a point landing, we really enjoyed the peace and quietness, a private parking, what more could you want for an overnight stay! In any case, if we are still passing through, this hotel is first on our list to become our stay without more.

El hotel con encanto y bien situado. Es un hotel con pocas habitaciones, amplias y limpias. El personal es muy atento, desayuno muy bueno. Relación calidad-precio es excelente. Repetiremos sin duda.

Hemos estado la noche del 15 de octubre. La habitación se encontraba en la primera planta, la 5. Estaba limpia, el colchón y almohadas comodísimas. El desayuno, si es verdad que podría ser un poco más abundante. En la mesa había un croissant, y te traían un zumo de naranja. Fiambre, solo jamón cocido y queso; pan de molde, pan de barra, cereales y creo que sólido nada más. El café estaba rico. El personal muy atento. Nosotros lo hemos encontrado muy correcto, volveríamos seguro.

Excelente alojamiento en un sitio tranquilo que ayuda a desconectar. El amo de la casa es muy amable y atento. Tiene piscina sin horario, para refresc**** a cualquier hora. El desayuno casero y muy bueno. La verdad es que es un sitio para volver.

Las dos estrellas se las doy al trato recibido por el dueño que fue muy correcto y colaborativo. Es un edificio bonito y bien cuidado por fuera. Renovado y descuidado en limpieza por dentro, sobre todo el baño (la tapa del inodoro rota). El desayuno, bueno....ya habiamos quedado con el señor en que nos dejaria el desayuno hecho y sin hora porque el no iba a estar, un gran detalle por su parte. Lo que habiamos pedído, zumo, pan para tostar y cafe. El pan escaso, tres rebanadas para dos, tal vez lo comieran los que fueron por delante?. La piscina penosa, muy muy sucia. Mejor no tener piscina.

Llamamos a las 9h. de la mañana para informar que por causa de fuerza mayor (COVID) teníamos que anular la habitación de esa noche (98€), nos dijo que al haberlo hecho a través de Booking, no dependía del hotel, sino de Booking. Hablamos con atención al cliente de Booking y nos reenviaron la petición de cancelación al hotel, es decir, la decisión era del hotel. Pues bien, nos han cargado los 98 €, le he vuelto a llamar (al del hotel) y tiene la caradura de seguir echando balones fuera con los de Booking.

El hotel Valle de Oja canceló nuestra reserva unilateralmente. En realidad, según pudimos comprobar, estaban cerrados. Cinco días antes nos pidieron que hiciéramos un pre check-in. Es algo infrecuente, pero lo cumplimentamos (recibimos acuse de recibo). El día antes, a las 14:42 h, recibimos aviso de que no se había podido procesar nuestra tarjeta, cosa que no es cierta. Fue una maniobra. Nos presentamos en el hotel a las 13:50 h (antes de las 24 horas dadas de plazo), y lo hallamos cerrado con una nota “abrimos a las 16 h”. Nos fuimos pasear por Haro y a comer, y al regresar, seguía cerrado. Justo antes, a las 24 h del aviso, se canceló la reserva, ¡estando físicamente allí! Por otro lado, el pago acordado era en el hotel, por lo que no procedía pasar un cargo a la tarjeta hasta que nos prestaran el servicio. Les llamamos por teléfono, y nos dijeron que no tenían constancia de nuestra reserva (y el pre check-in?). Al insistir, nos dijeron que la culpa no era suya, sino de Booking. Explicamos que estábamos en la puerta del hotel, y preguntamos si podrían alojarnos, a lo que dijeron que no tenían nuestra reserva. En ningún momento trataron de ayudarnos, sólo evasivas. El hotel, por otro lado, es un caserón solitario en un descampado sin atractivo, que no corresponde con la foto idílica que publican. Por suerte pudimos alojarnos en Haro, saliendo así del apuro.