Usuário convidado
22 de agosto de 2023
Fuimos recomendados por unos amigos y la experiencia ha sido mejor de lo que esperábamos. Desde que llegamos, nos sorprendió la excelente localización del restaurante y la rompedora remodelación, que sin duda no deja indiferente. Ya dentro, la orientación del salón, de frente a la desembocadura del río Asón (ría de Limpias) y la tranquilidad de la sala, así como la cuidada atención, nos hicieron sospechar que la experiencia seria muy grata. Nos decantamos por el menú Alboar porque veníamos de tomar el vermú en Santoña y no teníamos mucha hambre, pero a pesar de ser el menú corto, es contundente. La calidad de la materia prima, lo equilibradas que están todas las opciones que sirven, la delicada presentación y lo delicioso que esta todo, acompañado de las vistas y la tranquilidad de la sala, hacen que la experiencia sea muy grata. Si tuviera que destacar un pero, seria que los tés servidos y los azucarillos eran de sobre, un detalle que pega poco con lo cuidada que tienen la imagen de todo.
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